Playa Grande. Choroni. Estado Aragua

Playa Grande es una hermosa playa del Estado Aragua, a la cual he ido desde que era muy niño, me encanta su arena blanca, sus cocoteros y su intenso oleaje que muchas veces se vuelve peligroso para nadar, muchas personas no entran nunca al agua por miedo a la fuerza del mar.

De niño no me gustaba mucho ir por las miles de curvas de la carretera que va desde Maracay hasta Choroni, en las cuales casi siempre me mareaba mucho, luego cuando comencé a manejar ese temor se me quito y pase a disfrutar el manejar en esa vía que va desde la ladera seca de pastizales en el lado de Maracay, adentrándose en densa selva nublada, hasta bajar bordeando el rió hasta la zona de Choroni y luego Puerto Colombia, a orillas del mar.

Una vez en los años 90, previo a las Olimpiadas de Barcelona 92, vinieron a Venezuela unos jugadores semi profesionales de pelota vasca entre los cuales se encontraban los miembros de la selección de España, después que realizaron los partidos de exhibición en el frontón del Centro Vasco de Caracas, mi hermano Anton y Unai Azpiritxaga lo invitaron a ir un día a Choroni, tres de los pelotaris y el delegado aceptaron la invitación.

Los fuimos a buscar al Hotel temprano, quizás demasiado temprano para ellos, eran las 6 de la mañana, nos costo lograr que atendieran las llamadas desde la recepción del Hotel, finalmente salimos vía Maracay, para ellos no era lógico el largo recorrido sin ver playa, de Caracas a Maracay son aproximadamente hora y media de autopista, para luego adentrarnos en esa selva húmeda y fría que es el parque Henry Pittier, por donde pasa la carretera Maracay – Choroni, cuando finalmente llegamos a la playa, los 4 turistas expresaron a viva voz «cuanta luz, esto es de ordago» y pasamos a disfrutar de un largo día de playa.

Otra de las cosas que les llamo poderosamente la atención fueron los cocos, cuando vi a un señor tumbando cocos le pedí que nos tumbara unos cuantos y les dije a ellos «quieren cocos», y se burlaron de mi porque esos no eran cocos buenos ya que ellos no conocían los cocos con su corteza fibrosa, le pedí al señor que los abriera y al servirles el agua de coco en un vaso pidieron que les abrieran mas para sacar fotos cuando el agua salia del coco y les asombro la frescura que tenia el agua del coco ante la alta temperatura que hacia en la playa.

Nuestro país asombra a propios y extraños, debemos conocerlo y disfrutarlo.