Hay momentos que para cada quien son mas impactantes, para mi uno de esos momentos son los atardeceres, mas que los amaneceres creo yo por la facilidad de verlos, ya que los amaneceres aun uno puede tener las sabanas pegadas.
Los atardeceres son a mi parecer explosiones de colores de la paleta que posee Dios para adornar la vida de nosotros, cada atardecer es particular por mas que siempre es el mismo cuento de ver esa carrera del Sol por irse a dormir, o eso es lo que yo creía cuando era niño. Y cada atardecer es ayudado con el paisaje donde uno lo observe, en una playa, en una ciudad, en una montaña, desde la ventana de la casa, etc, cada sitio le da un marco referencial y en cada época del año esto puede variar dándole su toque particular.
En uno de mis tantos viajes de trabajo, estaba en Maracaibo y después de un largo día de trabajo llegamos al hotel Maruma y nos fuimos al área de la piscina para hablar de lo trabajado y relajarnos algo después de la jornada y el cielo comenzó a vestirse con esos tonos rojizos, anaranjados del atardecer, agarre mi cámara para sacar una foto y me di cuenta que no tenia pila, salí corriendo a la habitación para buscar la otra pila y como ya estaba a punto de terminar el espectáculo, abrí la ventana y me di cuenta que la vista ahí era mucho mejor, ya que a la lejanía se podía ver el Puente sobre el Lago, por lo que decidí tomar varias fotos, una de ellas es la que les obsequio en esta oportunidad.
Ver y tratar de plasmar todo el colorido de los atardeceres en una foto es algo que los cielos de Venezuela nos permiten con una magia particular.
COORDENADAS:
10° 36´18.7″ N / 71° 39´17.4″ W
Caminando mi Venezuela 